UNDERMAMA - El ego pide un espacio...

El ego pide un espacio, oxigeno, un lugar, y no hay, lo que hay es un constante ejercicio del bien común, de la negociación y la búsqueda incesante de un “lugarcito”.


Mi hija mantiene una incansable atención en conectar el cuarteto, mamá, papá, Juana y bebé, tal vez alternando algún orden, no debe faltar ninguno a la hora de que a alguien, como a mamá, se le ocurre cortarse sola y comer un alfajor, ella se encargara de solicitar la parte correspondiente para cada uno del resto de los participantes, también pasa con los besos, me vienen ganas de apretarla y darle un gran beso que recibe agradecida, e inmediatamente dice, “papá, bebé”, acompañado de gesto corporal, para que me quede claro, es realmente increíble como uno pasa de ser el que marca el ritmo a ser el que acata la orden de un ser que no llega a medir un metro, y apenas se está enterando de que es un individuo.


Ser madre implica una serie de requisitos que honestamente, tendrían que poner en marcha como parte del plan de educación, no, no cualquiera puede serlo y es independiente a lo biológico, no existen las madres del corazón, existen las madres.


Madre es quien se está dispuest@ a ese ser en desarrollo, 24 horas x 7 x 365, por lo que dura su propia vida, lo escribo y me está dando un ataque de pánico, corto por acá y vuelvo a retomar, en unos momentos, si llego a ubicar el teléfono de mi terapeuta.


Retomo ya recordando que nunca uno lo ve tan grafico en el tiempo, a menos que, eso, que tenga pánico y sí que lo tiene, y sí que lo dan estas criaturitas, pero también cambias, nunca imaginé que ser madre significaría desarrollar una destreza corporal única, jamás vista ni en las olimpiadas, puedo mecer el coche donde está mi hijo, hablar con su hermana, revolver la sopa de verduras y preparar café, a veces pienso que fui expuesta a algún rayo y ahora soy parte de la saga de los mutantes, y tengo más brazos de los que me devuelve el espejo.


También tiene su costo, el crujir de mis articulaciones, el sentir cada musculo del cuerpo, es casi una buena clase de yoga, pero bastante más activa y con altibajos de respiración, sobre todo cuando duermen, que puedo apoyar lentamente mis hermosas pompis, ya flacas , caídas, consumidas por la demanda de grasa para la leche, en la silla y respirar muy lentamente o a veces retener respiración, no por alguna técnica maravillosa de relajación, no, solo para no despertarlos con un suspiro de hipopótamo bostezón.


Con entrenamiento podes empezar a aprovechar ese entretiempo y vas haciendo pequeñas cosas, que pueden comenzar siendo una sola muy lenta, o cuarenta mil a la velocidad de la luz, vos ves como andas de resistencia, porque como ejercicio cardiovascular esta demás, puede llegar a suplantar los aeróbicos, porque lo son, caseros improvisados pero lo son, créeme.





Si chic@s, el ego es el primer resentido en todo esto, donde queda? Dónde estoy? Quién soy? Volveré? Bueno no, no volverás, vendrá otr@, con un entrenamiento especial, donde probablemente habrá aprendido a pararse diferente, a valorarse de otra manera, a limitarse, a dejar la niña herida y abrazar a esos pequeños egos en formación como le hubiera gustado que le tratasen el propio ego, es un viaje sin retorno, es un pasaje de ida, porque no dejas de entrenarte, y estos pequeños maestros , con esa absoluta ternura y aparente picardía, te dicen prácticamente que tienes que hacer y cómo, solo hay que poner atención, y poder salir del ego viejo, mudar, como cambiando la piel.

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